ORIGEN DE LA POLÍTICA
En verdad,
estudiar la historia de la política dentro del curso de “Ciencia Política” es
enrumbarse como futuros profesionales en Derecho y Ciencias Políticas básicamente
hacia la adquisición de algunos principios básicos en el campo de la política y
tener una visión panorámica amplia en cuanto a los pros y los contras que cuenta la política como
disciplina que trata sobre las formas organizacionales; orientados hacia la
búsqueda del bienestar social de los individuos.
En este
sentido, en el presente artículo abordaré sobre los “cambios de sistemas políticos surgidos en la vida social.” Para
ello, utilizaré como fuente base al “Origen de la Política ” de Roberto
Esposito.
En primer lugar, la historia política alude a una
dimensión de las prácticas humanas que son inseparables de las demás. El campo
de lo político remite hoy al estudio
del conjunto de la vida social como forma específica de relación y comunicación
que tiene como preocupación central el problema del poder en su dimensión
pública.
Además, La política es
considerada como el arte, doctrina y técnica que se aplica para regir los
asuntos públicos de una nación, entiéndase como nación un grupo de personas que
comparten una misma lengua, costumbres, extensión territorial e historia y
concíbase historia como la ciencia que estudia los acontecimientos pasados del
hombre.
No obstante,
se puede apreciar que la política en el mundo tiene su origen en el mismo
hombre y en su proceso de socialización. Es por eso que se afirma que el hombre
es un ser social, y que por sus características y necesidades es indispensable
para él vivir con otras personas.
Evidentemente,
cuando las cavernas eran el refugio del hombre, éste vivía en compañía de
otros. La primera sociedad que existió fue la familia, que no necesariamente
tenía una conformación típica de un padre, una madre y unos hijos; sin embargo,
en ese momento “se convirtió en el núcleo
de la sociedad, siendo este el punto en el que aparece la necesidad de encargar
a una persona de dirigir y organizar a las otras; es decir, la necesidad de un
gobierno”.
Con el paso
del tiempo, las familias se agruparon para ayudarse mutuamente en la
recolección de alimentos y en la defensa de otras familias; a esto se le llamó
tribu, en la cual era necesario escoger a alguien que se hiciese cargo del
gobierno (vale recalcar que esta persona habitualmente era escogida entre los
más sabios, los más viejos o los más fuertes).
Estas tribus, con el paso del tiempo, fueron
creciendo en población, de modo que algunas se unieron con otras para gobernar
tribus más pequeñas y débiles; de este modo, el gobernar a toda la sociedad se
hizo cada vez más difícil, ya que, a la muerte del gobernante, se
desencadenaban guerras para definir al sucesor.
Hace unos
9.000 años se crearon las primeras ciudades, por lo cual las dinastías se
convirtieron en monarquías en las que el poder lo ejercía un rey o monarca y el
pueblo era considerado súbdito y con obligación de pagar tributos al rey. Estas
sociedades eran llamadas Estados, los cuales, al expandir su poderío a otras
regiones, se convirtieron en imperio.
En Grecia,
la política tuvo una gran transformación, pues fue allí donde nació la
democracia, lo que implicaba que el gobierno no era ejercido por un rey o jefe
sino por un consejo que era elegido entre los ciudadanos. Siglos después, los
romanos invadieron Grecia, y a pesar de que trataron de establecer la
democracia como forma de gobierno, ésta terminó degenerando en dictaduras.
Consecuentemente, “después de la caída de los imperios
Romano y Griego, la democracia fue olvidada, y las personas con poder político
y militar conformaron una nueva clase: la nobleza”. Estas personas eran
dueñas de grandes territorios en los cuales el resto de la población era sierva
y se encargaba exclusivamente de trabajar la tierra.
Por último,
ya entre los siglos XV-XVII nace una nueva clase: la burguesía, la cual no
estaba de acuerdo con el poderío de la nobleza y reclamaba un derecho de
oportunidades para todos los hombres. Esta inconformidad dio lugar a la Revolución Francesa ,
la cual impuso de nuevo la democracia en el mundo Occidental.
En
conclusión, estudiar la historia de la
política es adentrarse a conocer los cambios de sistemas políticos surgidos a
través del tiempo, cambios que muchas veces han aparentado ser excelentes
propuestas de solución para la sociedad, pero no resulta ser así, sino que casi
todos aquellos sistemas políticos han terminado desbordando la vida de la
población y sumergiéndoles a cambios inesperados.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
DEPOSITO, Roberto. (1999).
Separatas sobre historia de la
política